Los platillos o címbalos son un instrumento de percusión perteneciente al grupo de instrumentos idiófonos. Este instrumento, también conocido con el nombre de platos o címbales, consiste en discos ligeramente cóncavos, delgados y circulares hechos de aleaciones de metal. Generalmente se usan por parejas y están presentes en ámbitos muy distintos de la música como en la orquesta sinfónica, en bandas de jazz, en grupos de marcha o en bandas de rock. Los platillos, de hecho, forman parte de los kits de batería.

Fuente: RZuljani [CC BY-SA 3.0]
En este artículo conocerás más en detalle las características de los platillos, los distintos tipos de platillos que existen, las técnicas para tocarlos y nos adentraremos un poco en sus orígenes y su evolución a lo largo de la historia.
Índice
¿Qué son los platillos o címbalos?
Los platillos son un instrumento de percusión idiófono, ya que el conjunto de su propio cuerpo hace de materia resonadora. Este cuerpo consiste en discos cóncavos hechos de aleaciones de metal que pueden ir desde bronce o latón, hasta mezclas de cobre, plata o estaño los de más calidad. Aunque pueden usarse individualmente para ser tocados con baquetas, generalmente se usan por parejas y se genera la vibración golpeándolos entre ellos. Para ello, disponen de un agujero en el centro del disco donde se ata una correa de cuero o piel para agarrarlos. También puede usarse el agujero para colocarlos en un soporte metálico que permita golpearlos con una baqueta o a través de un mecanismo de pie.
En general, producen un sonido de gran color y duración y de tono indeterminado. Su sonoridad puede variar según el tamaño que tengan, generando un sonido más potente y de sustain más largo aquellos de mayor diámetro.
También varía la sonoridad dependiendo del peso, es decir, del grosor del platillo. Aquellos más pesados tienen un volumen de sonido mayor y los finos tienen un sonido más completo aunque de menor volumen.
Partes de los platillos
La sección más elevada del disco, y que rodea al agujero donde se atan las correas o se introducen los soportes, tiene el nombre de campana o cúpula. Esta parte del instrumento, de ser golpeada con una baqueta, produce sonoridades de timbre más agudos que el resto del platillo.
El resto del disco se denomina arco y se puede dividir en dos áreas distintas: el área de recorrido y el de choque. El primero tiene una sección más gruesa y, a medida que nos acercamos al borde del disco, esta sección se vuelve más delgada hasta convertirse en el área de choque. Tiene este nombre porque es el punto por donde dos platillos entran en contacto. La parte más externa es denominada borde o llanta.
Otro concepto de los platillos o címbalos es el perfil. El perfil de un platillo es la distancia vertical del arco, es decir, desde el borde del platillo al inicio de la campana. Se dice que son de perfil alto cuando esta distancia es más pequeña y, por lo tanto, son más cóncavos. Cuanto más alto sea el perfil, más agudos va a sonar.
¿Cómo se tocan los platillos?
Los platillos o címbalos pueden tocarse por parejas, golpeándose entre sí, o tocarse individualmente con una baqueta o maza.
La forma más común en la orquesta es la primera; Se agarran dos platillos a través de las correas, uno con cada mano, y se empieza colocándolos horizontalmente uno al lado de otro, separados unos pocos centímetros. La potencia del sonido no depende tanto de cuánto separados estén cuando se empieza el movimiento de golpeo, sino cuán rápido este sea. Al momento de golpearlos se giran ligeramente para que impacten con una cierta inclinación. No es necesario que los bordes de los platillos coincidan exactamente en el momento del golpeo. Esto crearía una bolsa de aire que apagaría el sonido.
Los platillos se golpearán entre ellos y rebotarán, quedándose separados por unos centímetros. Es importante que una vez efectuado el golpeo no se modifique esta posición final hasta que su sonido haya finalizado por completo. Si, por lo contrario, necesitamos parar el sonido, podemos utilizar la técnica de amortiguado. Para ello, nos acercamos los platillos al cuerpo, hasta que los bordes toquen con nuestro pecho y así dejen de vibrar.
Tipos de platillos
Platillos de orquesta
En orquestas sinfónicas, los platillos ofrecen al compositor la posibilidad de crear efectos y sonidos que sugieren furia, desenfreno o exaltación. En este ámbito el platillo, como ya hemos comentado, acostumbra a tener correas, es decir, se toca con las dos manos. Aunque puede variar con el fabricante, suelen estar hechas de plata, estaño o cobre. Los más comunes se denominan platillos vieneses. También existen los denominados platillos franceses, que son menos pesados y generan un sonido más claro y agudo, y por último los platillos alemanes, que son los más pesados y por lo tanto generan un sonido más grave y oscuro.
Platillos de batería
En la música popular, la música rock, jazz o el heavy metal, los platillos están presentes como parte de los instrumentos de percusión de la batería. Dentro de los platillos que existen en la batería pueden diferenciarse muchos tipos distintos.
Crash o platillo de choque
Este tipo de platillos son los más típicos en las baterías y generan sonidos fuertes y explosivos que se usan para acentuar partes particulares del patrón del tambor.

Tienen unas dimensiones que pueden ir desde los 20 a los 60 cm de diámetro, siendo los más típicos los de alrededor de 40 cm.
Generalmente, los platillos de choque se colocan a la izquierda de una batería para diestros.
Ride o platillo de paseo
El platillo de paseo suele ser el platillo más grande en el típico set de batería y generalmente se coloca a la derecha. Suelen tener un diámetro de 50 cm o mayores.
Mientras que los platillos de choque se usan generalmente para acentos, los rides se usan para tocar patrones estables y para marcar el ritmo.
En este caso los rides tienen un sonido menos explosivo pero más brillante y con más sustain (su sonido tarda más en desaparecer). Es un platillo muy versátil ya que pueden obtenerse distintos sonidos dependiendo de donde se genere el golpeo; si se golpea en la campana el sonido es mucho más agudo y con menos sustain que al golpearse en el arco.
Hi-Hat, Charles, Chaston o Contratiempos
Mientras que los crash y los ride son platillos que se colocan individualmente en un soporte para ser tocados con la baqueta, lo hi-hat son platillos que se colocan por parejas en un soporte con un mecanismo de pedal utilizado para golpearlos entre sí. Se utilizan para reproducir patrones constantes. Su tamaño más común es de 35 cm de diámetro.

Splash
Este platillo es pequeño, de entre 15 a 30 cm y se suele usar para efectos especiales de percusión o para dar acentos. Son platillos finos, con poco sustain y volumen.

Fuente: EMD Music [CC BY-SA 3.0]
China
Este tipo de platos son fácilmente reconocibles porque su borde está ligeramente volteado hacia arriba y la forma de su campana es más parecida a un cilindro que a una esfera. Tienen un tono explosivo, más sucio que los platillos de choque.

Fuente: EMD Music [CC BY-SA 3.0]
Historia de los platillos
Los címbalos o platillos han existido desde hace muchos años. En la biblia, de hecho, ya pueden encontrarse referencias a este instrumento y hay indicios que en China e India ya se utilizaban antes del siglo III d.C.

Fuente: Marsyas [CC BY-SA 2.5]
En el siglo XIV los platillos tenían un uso muy extendido por los jenízaros turcos. Más adelante, se introducirán a Europa y a partir del siglo XVII ya era muy común ver estos instrumentos en bandas y orquestas militares del viejo continente.
Su popularidad explotó con la llegada del el Romanticismo, período en el que se introdujeron en la orquesta sinfónica este y muchos otros instrumentos propios del folclore turco.
De las orquestas y las bandas militares dieron el salto a nuevos estilos de música más modernos y con la aparición del jazz en EE.UU se asentó como un elemento indispensable de la batería. Actualmente existe una gran variedad de platos y platillos para batería que permiten generar patrones y efectos de todo tipo en infinidad de estilos de música: desde el swing hasta el heavy metal.